Escribo a diario 
una carta de amor,
amor imaginario, 
inocente amor: 
unas hojas secas de guisante de olor,
un perfume de Dior, 
bellos y varios sellos 
de diferente color.

Cartas de amor 
sin destino, 
cartas de amor 
sin dirección 
qué aberración, 
qué desatino, 
qué sinrazón

Y ¿qué haría yo? 
si respondieras 
del susto y de la impresión… 
si me escribieras 
me estallaría el corazón

Escribo a diario 
una carta de amor 
sin destinatario 
y la echo en el buzón 
Siempre espero al cartero 
con ilusión 
a la misma hora y con la misma fe 
siempre la misma historia: 
«no hay nada para usted»

Cartas de amor 
sin destino, 
cartas de amor
sin dirección 
qué aberración 
qué desatino, 
qué sinrazón.

¡Y sin solución! 
sigo insistiendo 
con mi rojo rotulador, 
sigo escribiendo 
cartas de amor.

Vainica Doble


Publicado en El Tigre del Guadarrama, 1981


0 comentarios

Deja una respuesta

Marcador de posición del avatar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *