Hola querido amigo. ¿Como estás? Yo he estado re-ocupada, una prima de Néstor con quién estamos religados hace un tiempo que anda con serios problemas de salud.
Hoy la internaron sus hijos en el Hospital Italiano de tu ciudad y su pronóstico es bastante duro. Todo el resto de su familia directa – 3 hijos casados y con hijos- viven en Vela a unos 35kms de aquí y cada vez que le surgen problemas nos llama a nosotros y allí voy y hago lo que puedo.. Ella vive sola aquí.-
Bueno… coincido totalmente con vos que es inexplicable lo del Indio Solari. Lo real es que 150.000 personas pagaron su entrada- 600 pesos- y unas 50…000 más ingresaron gratis- entre ellas mi diariero. después que había entonado 3 o 4 canciones. Y lo notable es que no moviliza sólo jóvenes sino personas mayores y por más que no admiten niños pequeños vienen parejas hasta con bebés-
Después que termina el espectáculo- para limpiar el Hipódromo donde hace su recital la gente de la limpieza tarda como 3 días, la municipalidad tuvo que disponer de 5 colectivos para que reintegrara a sus lugares a montones de jóvenes que no tenían dinero para pagar el boleto- La terminal, me contaron, parecía un dormidero y comedero.
Dejó mucho dinero a la ciudad, toda la gente cercana al lugar puso negocios de bebida y comida y no les quedó ni una miga.
Mi hija salió con sus hijitos y las cañas de pescar hacia la zona del dique y no pudo llegar tal el tránsito que había, lo que asombraba era el gran olor a marihuana que existía por ahí. Ella que es joven lo nota yo jamás podría decir como es ese olor.
A pesar de que el hipódromo esta muy lejos de casa igualmente se sentía la música.
En lo que si está, en digamos, «mi salsa» es el Monte Calvario cuya entrada está a 6 cuadras de casa. Cuando se realiza la procesión cortan la esquina justo de casa y los autos se «apiñan» en mi cuadra y las aledañas.
Comentarios de los diarios locales es que vino más gente que otros años- hablaban del 80% de la capacidad de alojamiento- pero las ventas fueron como el 4.8 % menos que otros años- Propio de la era que estamos viviendo ¿cierto?

No es que no me guste el tango, los que mencionas me parecen buenísimos, no me puedo olvidar de Volver cantado en una película cuyo actor era Lautaro Murúa- creo se llamaba asi y el Naranjo en flor, y Adios Muchachos y… ahora no me salen otros. Fui compañera de estudios de Natalio Etchegaray y éste que es de la Academia del Tango cada vez que ha venido a dar charlas aquí o nos hemos reunido lo he escuchado y participado.
Prefiero la música clásica. Y justo suelo plantear esto de si en algún momento los jóvenes conocerán. Una profesora de un taller de literatura adonde asistía en un momento en que planteé tan interrogante me dijo con total seguridad: «que en algún momento llegarán a ella»

Lo que me conmovió fue la entrevista de tu hijo Hernán en el Clarín del martes a la narradora Marta Lorente. Ya te he contado que por años he sido narradora, en muchos ámbitos. escolares- clubes- ong- etc- Cada vez menos pero lo sigo haciendo.
Tengo recuerdos de los niños hermosísimos que he mencionado en un pequeño librito editado: Narremos… leamos….
Entre ellos el recuerdo que guardan los niños del narrador, fui después de casi un año a narrar al mismo grupo de niños y cuando les pregunto si me conocen por ahí contestan: Si… Pajarito remendado y otra vez siento que me tiran del pullover y cuando me doy vuelta un niñito me dice: -Hola medio kilo de azúcar.»
A la nota de tu hijo siguió otra en el Clarín Económico del domigno » La fuerza de una buena historia»
Escuché a Pagni en la entrevista A Macri padre, coincido en lo que dices, nunca lo conocí. si a la esposa primera Blanco Villegas y trabajé con quién se caso el hermano- con quién, creo, también estaba separado- Ella -Alicia Boga era bien de esta ciudad pero nunca más la vi.
No era viable para mi conectarme con esta gente- nacida en esta ciudad y con abuelos y padres igual. Las ciudades en mi juventud eran selectivas y máxime que mi familia se afincó aquí cuando yo comencé la secundaria y fijate hasta que extremo eran que jamás me olvidaré que estaba en la fila de la escuela esperando la revisación médica y hacen pasar primero a alguen que por abecedario estaba después que yo y cuando lo digo esta persona me responde «Los sapos de otro pozo son los últimos».
No creas que esto no me dejó vivir- pero debe haber sido fuerte porque siempre lo recuerdo. Para quiénes, como vos, que han vivido en una gran urbe estas cosas los deben tomar de sorpresa. Tandil en mi época de estudiante era un pueblito, no como el que vos describes ahora (ja…ja…ja…)
Un gran abrazo