Para los soldados de mi patria
Mar del Plata        
27 de abril de 1982
“Pasaré por este mundo una sola vez; si hay una palabra bondadosa que yo pueda pronunciar; alguna noble acción que yo pueda efectuar ¡diga yo esa palabra! ¡Haga yo esa acción ahora pues… no pasaré mas que una vez por este mundo “Amigo”:
Espero que en este momento tan difícilmente para que estas (y estamos) pasando, esta frase simple que aquí te escribo sirva (a ti y a tus compañeros) para un momento de reflexión y de comunión con Cristo. En este momento son las 10 y 25 de la mañana y en la calle Dellepiane al 467 estan reunidos tres amigas; ninguna de las tres responde a una misma edad o a un mismo estilo de vida, pero si a una misma manera de sentir… ¡por eso!… y por el gran cariño que nos une, es que hoy nos pusimos a escribir y a enviarles en estas lineas toda la fuerza de nuestras mentes y todo el amor y el aliento que hay en nuestros corazones. 
Demás está decirles que nuestros oídos no se despegan de las radios; ni nuestras vistas de la televisión y toda información recibida hasta ahora es para y ninguna palabra calma nuestras ansias… tenemos necesidad de acompañar en esto más de cerca, sentimos una más entre ustedes, vivir los mismos momentos, las mismas desesperaciones o alegrías… la alegría de estar cumpliendo una misión… la desesperación de un futuro muy cercano e incierto. 
Hasta el tiempo parece saber de esto, pues hace ya dos días que el clima es luminoso, y la tarde cae de una manera distinta. 
Es como si el sol al esconderse dijera -“espero… yo se esperar… y como me siento muy cerca del señor tengo fé en que todo va a salir bien, en que dentro de muy poco tiempo vamos a estar muy contentos y reunidos en una gran mesa: la patria, toda y… nuestra, justamente reconquistada.
Bueno, para decir hoy mucho, pero lo más importante es que tu y tus compañeros sepan que estamos con ustedes. Y… que hay mucho amor en este pueblo para recibir a nuestros valientes soldados.- 
Muchos besos y un gran abrazo
Simplemente
Elsa, Angelita y Claudia.