Milagro, 24-6-92
Queridos amigos:
¡qué interesante! Últimamente parece que tenemos que estar lejísimo “geográficamente” para acordarnos de todo el afecto y cariño que antaño nos tuvimos. Pero, como en otros viajes a España, no quiero desaprovechar la ocasión para decirte, desde el fondo de mi corazón: ¡Felicidades, Raquel! Y junto a este sincero deseo, otro: que sigas siendo muy feliz en compañía de todos los tuyos y en ese “maravilloso apostolado” de Encuentro Matrimonial.
¿cómo andan mis vacaciones? Os la podeis imaginar disfrutando de mis padres y dejándome que ellos me disfruten, y….¡ vaya que sí nos disfrutamos mutuamente! Ellos, a pesar de sus años, están bien de salud y bien de la cabeza, lo que hace que nuestras conversiones sean interminables y con ellos paseo, visito y sobretodo, cada atardecer, haga frío o llueva, nos acercamos a la ermita a Rezar el Santo Rosario y a celebrar la Santa Misa, teniéndoos muy presente a todos vosotros. Y ellos, ante los elogios de la gente, se sienten felices y orgullosos de su hijo, pero sobretodo de haber consagrado su hijo a Dios.
El tiempo no nos está favoreciendo ni siquiera para ir por los campos a pasear y buscar fruta. ¡qué le vamos a hacer! A pesar de ello, no nos encerramos en casa permanentemente. Tuve la posibilidad, y la aproveché, de acecarme nuevamente a Lourdes, ese maravilloso foco de fe y vivencia cristiana y de allí fuimos a Zaragoza, para también allí, ponernos a los pies de la Virgen María y pedirle por todos vosotros y nuestros apostolados en esta nueva Evangelización.
Me imagino que por ahí marchareis dando fuerte a las “reuniones”, “escrituras”, “charlas”… y demás, y me parece bárbaro pues ya sabeis que sueño con poder participar juntos algún f. de s. que Dios y el movimiento nos regalen.
¡A no aflojar!
Bueno, pareja, un fuerte abrazo y saludo cariñoso para vuestros hijos (a los que tengo bastante olvidados, o ellos a mí) y sobretodo para vosotros de parte de mis padres
Javier
¡Felicidades, Raquel!
¡Feliz día del amigo!
¡Felices vacaciones de invierno, Raquelita!