Florencio Varela 28/4/57
Sta. Elba Gianivelli
Estimada amiga:
Empezaré pidiendole disculpas por los errores de toda índole que pueda cometer en el transcurso de esta carta, pues; soy pésimo para escribir.
Le parecerá apresurada mi carta, pero; hay un motivo, que para mi es fundamental. Se trata de que le menti en una de las cosas que le conte, no estoy en la facultad de arquitectura como le dije, sino en el industrial y todavía me faltan algunos años años para terminar, lo que le conté a Ud. es en realidad lo que a mi me gustaría ser en este momento. Tal vez se preguntará porque le digo todo esto; pero es que después que la traté a Ud. algo más que superficialmente no pude seguir fingiendo, si no se lo dije ahí es porque no tuve oportunidad.
Quisiera tener una prueba de que Ud. perdonaría mi falta de franqueza, esa prueba podría ser, la contestación a mi carta.
Si me contesta, es que sigue siendo lo que la considero, una gran amiga y ni no me contesta, trataré de reivindicarme en otra oportunidad.
Tengo recuerdos muy gratos de mi estada en Tandil, y no quisiera caer en lo cursi si le digo, que los momentos más agradables; fueron los que pase a su lado
Con poco entusiasmo inicie ayer mis ocupaciones habituales, que consisten; y esto es verdad, en lo siguiente. De 12 a 19 horas trabajo como auxiliar de contaduría en una Cía de seguros, de 8 a 11 horas en un estudio técnico, para ir adquiriendo práctica en lo que el día de mañana será mi profesión. Esta carta la escribo en el tren de regreso a mi casa, a la salida del colegio, al cual curso de 19.39 a 23.40 horas,
La verdad es que tengo cierto temor a enviarle esta carta, pues; puede parecerle, sencillamente ridicula; y no estaría tan desacertada.
Saluda en mi nombre a Dalia y a E…, bueno a su hermana, ya que no recuerdo el nombre exacto.
Como creo que la conozco algo espero su contestación. Considerando el momento oportuno la saluda affe. su amigo
Jesús