De la Rúa supo tarde de la última carta de Favaloro

Dijo que sólo llegó a sus manos el lunes.

Miércoles 02 de agosto de 2000 | Publicado en edición impresa

El presidente Fernando de la Rúa reveló anoche que, un día antes de su muerte, René Favaloro le envió una carta en la que le pedía ayuda para obtener fondos de salvataje y en la que reconocía estar «desesperado» por la crítica situación financiera de su fundación. 
«La carta llegó el viernes y me enteré ayer. El me pedía si podía interceder ante empresarios para obtener una donación de seis millones de pesos», dijo el primer mandatario, que luego afirmó que remitió dicha carta al juez de instrucción porteño Daniel Turano, que tiene a su cargo el expediente por el deceso, para que lo tome como «elemento de valoración». 
Anoche, durante una entrevista concedida al programa «A las 20 en llamas», que conduce el periodista Enrique Llamas de Madariaga, en América TV, De la Rúa confió que el creador del by-pass aortocoronario finalizó la misiva con una tremenda frase: «Estoy desesperado». 
El Presidente sostuvo que, en la carta, Favaloro le pedía que hiciera «gestiones ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para lograr un crédito que ya había solicitado. 
«Siento un profundo dolor, porque (Favaloro) era un sabio, de espíritu noble, con el que compartíamos las mismas ambiciones: un país grande y orgulloso, con presencia en el mundo», agregó el mandatario. 
«No conozco las causas que lo llevaron a tomar esta decisión pero, ¡qué tristeza!, su muerte me ha causado un profundo dolor», concluyó De la Rúa ante las cámaras. 
Por otra parte, el Gobierno aseguró ayer, a través del secretario general de la Presidencia, Jorge de la Rúa, que no tiene «culpas que lavar» por la trágica muerte de Favaloro, a quien homenajearán con una distinción post mortem como «Médico del año».


Respuesta del Gobierno 
Asimismo, tras la reunión que mantuvo ayer el gabinete nacional, se dejó en claro que la administración de De la Rúa no tiene «ánimo de salir a polemizar porque no hay polémica». 
De este modo, el Gobierno intenta acotar el margen de indignación y controversia que generó la muerte del cardiocirujano, al conocerse que el PAMI mantenía una deuda con su fundación, que Favaloro ya no contaba con un subsidio oficial para solventar el funcionamiento de su instituto cardiológico y que la crisis financiera consiguiente pudo haber sido decisiva en su suicidio. 
«El Gobierno no tiene culpas que lavar ni quiere entrar en la polémica de si hay culpa o no, porque pensamos que oscurecemos la memoria y el homenaje al profesor Favaloro», advirtió ayer Jorge de la Rúa. 
En tanto, el ministro de Salud, Héctor Lombardo, quien el sábado último estuvo presente en todo momento en el domicilio de Favaloro y ya en ese momento se refería a las deudas que jaqueaban el funcionamiento de la fundación, subrayó «el sentir que produjo en el Gobierno el trágico deceso» del cardiocirujano. 
También aclaró cuál será el destino del dinero del premio «Médico del Año» que se concederá a Favaloro:»Se donará al lugar donde pensamos que él hubiera querido que se destinaran los recursos». 
Desde el Gobierno se reiteró que el Estado no tenía prácticamente deudas con la Fundación Favaloro y que la suma reclamada al PAMI, que alcanzaría un monto de dos millones de pesos, se remonta a servicios suministrados entre 1993 y 1995, situación que estaba siendo investigada por la Justicia, ya que prácticamente no contaría con registros. 
En cuanto al Programa de Atención Médica Integral, que atiende a cuatro millones de jubilados y pensionados, Lombardo indicó que «no debe más que lo que está en proceso de trámite administrativo para ser pagado».

Publicado en el diario La Nación, el 2 de agosto de 2000