Santa Teresita 16 de julio 1986
Querido Miguel Angel:
Aun estoy en las nubes, realmente no dejo de volar cuando leo tus cartas. Y no sé si será que soy voladora por naturaleza, pero la verdad es que nadie jamás me ha hablado como vos lo haces, En cada palabra, en cada linea, yo veo reflejada una gran ternura, y yo la absorbo plenamente, y la voz depositando dentro mío, en mi corazón, hasta sentir que ya desborda, que ya no cabe más…
Y sin embargo, al final, quedo siempre con un gusto, un sabor amargo, pues se terminó, porque tu carta llegó a su fin. 
Y la leo y releo… Pero no creas que no me es suficiente, yo te diría que es demasiado lo que me das, teniendo en cuenta que, sos un, amigo chanta, un (?) y otras yerbas, y que escribir una carta para vos significa un terrible esfuerzo corporal (no espiritual, por supuesto, pues en cada palabra queda demostrado tu cariño), y, teniendo en cuenta lo que me dijiste cuando viniste, que nunca tuviste la paciencia de escribir a nadie; y bueno, yo me conformo con estas cuotas, tan espaciadas, pero grandes, muy grandes, y que me hacen más que feliz. 
Me decís que tenés pensado venir mmm… no sé… ¿Puedo tomarlo en cuenta? ¿Puedo contar con que es verdad? Mirá que te tomo la palabra. Te digo que a mi tambien me encantaría que charlemos, conocernos mas. Te aclaro que, si bien no soy muy conversadora al principio por mi gran timidez, te digo que si me das un chito así de confianza, me vas a tener que pedir vos que me calle… Bueno… creo que exageré, pero es más o menos así. Los sábados por la tarde y los domingos no trabajo, así que me encantaría que vengas algún fin de semana. Y con más razón si decís que estas en total libertad, pues, de otra manera, tendría que tenerte un poco más de consideración. 
Con respecto a lo que me contaste sobre tu corto noviazgo ¿No creas que los celos van del brazo del amor? Yo no concibo amar sin sentir un poco de celos. Cuando uno quiere a alguien siente el deseo y la necesidad de no compartirla con nadie a esa persona, por supuesto que hablando de compartir con otra mujer u hombre, es decir, de una misma forma de amor; relación hombre-mujer, mujer-hombre. No como en el caso de mi cuñado, que sentir celos y hasta odio porque su esposa (¿)
Claro que yo no he pasado por esta situación, pues sólo me celan un poco (?) y son para el; eso si que no puede ni debe ser, pues el ser humano necesita de todos los cariños, el de un hijo, de un hermano, de los padres, de un amigo, de los abuelos, todos son diferentes, pero el de un hombre y una mujer debe ser uno solo. Mutuo y único. 
No sé, tal vez los celos de ella eran desmedidos, tampoco estoy a favor de ello; la sospecha de infidelidad o traición nace únicamente ante evidentes motivos o falta de confianza en la pareja; y en una relación la confianza es primordial. 
Pero perdonarme que me entrometa en tus cosas, no es mi intención entrar en este terreno que corresponde a tu intimidad, sólo vino al caso pues vos me comentaste que sufría de “celopatía” y quise darte mi opinión con respecto a este tema. 
Yo celo a mi única y querida amiga Marisa, y, tal vez, un poquito, a mi lejano amigo Miguel. Pero de varias nada que ves, todavía no encontré a nadie que me llegue al corazón, y, por supuesto, yo no llegué a ser el desvelo de nadie. 
Pero mejor cambio de tema, no quiero aburrirte.
Te digo que mantengo mi promesa de regalarte un cuadro, pero para eso falta mucho, vas a tener que armarte de paciencia; todavía no me animo a hacerlos, además me falta mucha técnica y perfeccionarme en la creación. Tal vez si pintar una naturaleza muerta o un paisaje, o un retrato, pero sólo revisándolo. Para crear soy un tronco, pues aunque suelo tener una imaginación terrible, y suelo volar a bebes por mundos que solo yo conozco, me cuesta volcarlo a la pintura. 
Y eso es lo que tengo que lograr. 
Por eso te digo, quiero enamorarme para hacerte una hermosa pintura, y, aunque esto me lleve años, te prometo, lo haré. 
Y ni hablar de vender y ser famosa, eso está en mis sueños, es lo que más anhelo, pero es como si al mirar al horizonte del tiempo, esto estubiera chiquito, chiqui, como un puntito, bien lejos. Pero lo importante, es que lo veo, y, tal vez algún día ese punto se haga más y más grande hasta llegar a ser una hermosa realidad…
En fin; soñar no me cuesta nada, no pierdo las esperanzas. 
Bueno, querido amigo, tal vez esta carta te llegue para el día del amigo, entonces aprovecho para darte un gran abrazo y beso y desearte que pases un feliz día. 
En una de las cartas me decís y con mucha razón, que uno puede elegir a los amigos, pero a los parientes no. Yo te digo que a vos no te elegí, simplemente te eligió Dios para mí, te elige entre muchos combatientes que había allí, y creo que no puedo haber hecho mejor elección. Por eso le estoy por demás agradecida. 
Gracias por ser así, si supieras cuanto bien me haces; mis tristezas se hacen insignificantes. 
Espero tener noticias pronto. Mis padres esperan que vuelvas por aquí en cualquier momento, sobre todo mi papá, que no tuvo la oportunidad de charlar con vos cuando estuviste en Diciembre. 
Me olvidaba, te felicito por la compra de la camioneta, no la critiques, pobrecita, 24 años no es nada. Además; ¿la experiencia no vale?
Bueno, te dejo, deseándote lo mejor del mundo, para vos, el mejor amigo del mundo. 
Un beso
Laura
PD: me encanta que me digas Laurita. 
PD2: yo también tengo un perro, pero este es chiquito, chiquito, muy peludo, y que quiero mucho, mucho, eso sí, no tiene nombre, pero lleva un corazoncito en el cuello que dice “no me olvides” y me lo regalaste vos. 
PD3: Llamame por teléfono cuando quieras, yo estoy siempre en el horario que ya te dije. Y mi patrón es muy bueno y no se molesta para nada; al contrario, te conoce por mí y siempre me pregunta por vos. 
Hasta siempre
Laura.