Se me ha hecho ya buche en la fatiga,

como a los gatos hace el agua en Lombardía

o en cualquier otra región en que esto ocurra,

que a fuerza el vientre se junta a la barbilla.

Siento la barba al cielo y en el dorso

la memoria, y tengo el pecho de una arpía,

y el pincel sobre el rostro, goteando,

me lo va convirtiendo en pavimento rico.

Los riñones me han entrado hasta la panza,

y hago del culo en contrapeso grupa,

y en vano sin los ojos pasos muevo.

Por delante se me estira la corteza

y por plegarse atrás ahí se me arruga,

extiéndome como un arco de Siria.

Mas falaz y extraño

el juicio brota que la mente lleva,

pues tira mal la cerbatana rota.

Mi pintura muerta

defiende en adelante, Juan, y el honor mío,

pues no estoy en mi sitio ni pintor me digo.