Junio 18- 1959
Elba:
Esta carta va con un poco de retraso porque con mi padre hemos padecido un grave percance. El viernes 12 a las 15hs., aproximadamente, sufrió un infarto. El médico lo llamó infarto de miocardio. Fué un “shock” violentísimo del que realmente creíamos que no iba a recuperarse. A las 23.30 del mismo día soportó otro, no ya tan intenso, pero que en definitiva vino a agravar la situación.
Hoy -sin tener carpa de oxígeno- está casi fuera de peligro. Su vida pendió de un hilo durante 72 horas; un hilo que fortaleció el diligente médico que desde hace un año. atiende a mi padre, y un primo mío -médico recién recibido- quien desde el viernes 12 no se mueve de casa. 
Si me perdonas, no quiero entrar en detalles acerca de las vicisitudes que estamos sobrellevando. Estoy agotado, mental y físicamente, créemelo. He debido aprender a aplicar inyecciones, tomar la presión, el pulso, etc., cosa que debemos hacer cada hora, incluso de noche. (De noche mi padre no advierte estos movimientos, puesto que promovemos su sueño con una droga- “Demerol”).
Cuando sufrió el primer “shock” estaba en su silla de ruedas. Yo no había llegado todavía de una reunión gremial.
Hoy ha comenzado a alimentarse por boca. Esperemos que se mejore pronto. 
Para olvidar, hablemos un poco de literatura, que es un tema que en mí genera vitalidad.
Dos palabras sobre Roluto Marazzi (No lo incluí en la lista de amigos que te hice una vez porque éste es un amigo de exclusivo uso intelectual. No es un amigo a todos los momentos, como los otros.)
Marazzi es un buen actor de teatro independiente y un inteligente y, sincero gustador del verdadero acto (llámese cine, teatro, música o libros). Fué protagonista de “El pájaro azul”, mi primera obra teatral. A partir de entonces nuestra amistad se robusteció.
Además, escribe bastante bien, y está en mi línea literaria. Tenemos más o menos los mismos conceptos de lo que debe ser “ser intelectual”. (En una palabra: nada de falsedades.)
Escribimos juntos una obra de teatro que no se dió nunca: “Operación frutilla” y algunos cuentos absolutamente impublicables. (Los cuentos datan de los años 1948-50.)
Hemos grabado juntos varios discos. Algunos con poesías suyos que tengo en casa. 
Ahora preparamos una novela corta para el concurso de “Life”, trabajo que no sé cuando podré reaunudar.
Con marazzi vamos a ver teatro independiente, cine europeo… y fútbol! Antes de enfermarse mi padre ibamos a conciertos y peñas literarias -a éstas últimas con bastante ánimo de no molestar.
CINENOVELAS:
Me preguntas sobre “Tiempo de amigas” y “Huelga.” La primera está a punto de ser publicada en una de las revistas de la Editorial Ramírez. La otra se está fotografiando. 
LA LOCURA DE SR QUIROZ:
Debo decirte que me causan risa esos señores que se entusiasman con algo o álguien como un chico podría entusiasmarse con un juguete nuevo. Me hacen gracia y no les creo.
El señor Quiróz es uno de ésos. (Ya me topé con otro antes). El señor Quiróz me “mima” tanto que debo pensar en ésto: o está loco, o soy un genio. Me decido por lo primero y no me dejo arrastrar por la exagerada satisfacción que le producen mis cuentos (“Muchacha de su casa”, “Drama en el ómnibus”, por ejemplo), aún cuando admito que no pueden ser publicados por razones meramente comerciales. 
Lo de “especular con su locura” está dicho un poco en broma. Quiero decir que tal vez “siguiéndole la corriente” pueda meter en la editorial Abril uno de esos trabajos que allí habitualmente se desechan.
“No es tiempo para poetas” es una crítica a la editorial Abril. ¿Lo aceptarán?
Me escribió el señor Dhers. Me pide que le haga llegar mi número telefónico, ya que el pronto estará en Buenos Aires y quiere invitarme a algún partido.
Te voy a pedir un favor. Infórmale sobre lo sucedido en casa y dile que tendré mucho gusto en salir con él, pese a que ésto debo condicionarlo a la situación que en ese momento impere para nosotros. Si mi padre no requiere mi especial atención sinceramente me gustará verme con el señor Dhers. El telefóno de nuestro buen vecino es 690801. Y el de un familiar que vive en nuestra misma cuadra: 675362.
Y tú, Elba, perdona por este “corre.ve.y.dile.” La verdad (entre nosotros) es que no tengpo tiempo ni ganas de escribirle ahora al señor Dhers y relatarle nuestras desgraciadas peripecias. 
El tema acerca de la personalidad de “mi” Dorothea Funes – y su ulterior reacción ante la amistad entre N.A.F -E.L.G.- merece un tratamiento extensivo. Lo haré en la próxima. Mientras, te pregunto a tí como reaccionarías frente a ese mismo problema, es decir, poniéndote en lugar de la tal Dorothea. ¿Tolerarías este tercer lado del triángulo aparentemente espiritual?
Y perdona por haberte hecho enojar… pero estaba en mis planes. Sabía que te enojarías, pero que te reirías. Lo que no sabía era que intentaras pegarme por carta…
Con mucho cariño.
Norberto
-AL DORSO 
Tú sabrás disculpar lo breve que he sido en esta carta. Ocurre que me siento bastante embotado, muy indispuesto para todo lo que sea relajar mi cuerpo y descansar ocho horas seguidas. (Hace una semana que no me quito los pantalones)
Sé que me comprenderás. 
Norberto.