Abril 12- 1957
Estimada Elba: 
Pocas cosas hay que sean más agradables que recibir carta de álguien a quien uno estima. Máxime si como en esta circunstancia se trata de una amiga distante, a quien no se ha conocido más que a través de unos párrafos cruzados eventualmente y con superficialidad digna de mejor causa. 
En ella dice que ha leído mi cuento y que en definitiva no le ha gustado mucho. En mi descargo debo decirle que el género policial no es mi fuerte, me siento mejor dotado para encarar lo que se llama “literatura social” Hablar de la vida humana, de las Verdades, de las Mentiras, etc., etc., Soy feliz cuando me siento un poco guerrillero. 
Desgraciadamente aún no he podido zafarme de este destino chato y absurdo que me trajo el banco en el cual presto servicios. No creo que ésto dure mucho. 
Hablando de otra cosa, el viernes 5 asistí a una concentración realizada en plaza Once, en la que se proclamó la fórmula intransigente. Yo asistí también a la que días antes había organizado la UCR del Pueblo y le puedo asegurar que la de Frondizi era mucho más populosa y con legiones enormes de gente obrera, ahita de las reivindicaciones que “nuestro candidato” esgrime como banderas de lucha. Los otros partidos diluyen en críticas más o menos mordaces contra él y en una activa obsecuencia con el gobierno. 
Quien lo apoye y lo vote correrá logicamente el riesgo que se corre habitualmente cuando una persona profesa fe por otra, puesto que resulta imposible vislumbrar los íntimos anhelos de esa otra. 
Intuyo, sí, que Frondizi esta imbuído del sentido de lo nacional y de lo patriótico, sin caer en posturas heróicas, de esas que configuran la personalidad de un impostor. 
Me imagino su problema ante familia tan políticamente cosmopolita. Le aconsejo no dejarse llevar por influencias ajenas. Así si se equivoca tendrá el orgullo de haberse equivocado USTED. 
Y bien, punto y aparte.
Tiene mucha razón en decir, poco más o menos, que somos absolutamente extraños el uno para el otro. Usted me habla de cine y de libros; me pregunta si pienso escribir algo serio y de valor. 
Espero vivir en intensidad suficiente y experimentar las sensaciones necesarias propias y ajenas, para que yo pueda decir cosas importantes sin riesgo de errores. 
Por ahora solo cuento con dos obras teatrales representadas (cuyos programas he buscado infructuosamente con intención de adjuntárselos, para que no vuelva a dudar de mí) y algunas otras cosas -poesías que escribí a los 18 años y alrededor de 45 eventos- que en suma hacen un buen volumen de papeles garrapateados. 
Nos conocemos poquísimo. ¿Qué tal si afrontamos la tarea de hablar de nosotros? Somos fantasmas que se escriben. Es terrible. 
Si acepta le cedo el turno. Cuénteme si es cierto que existe esa afinidad que presumo, ya que si de cine y libros se trata, nuestros gustos coinciden plenamente. 
Y por hoy, Elba, creo que es bastante. Son las 2 y media de la madrugada; es una hora prudente de ir a dormir. Hay un poco de viento; es una noche parecida a aquella en que el azar nos hizo reparar que existíamos. 
Hasta pronto.
Norberto.