Elba: la verdad es que no terminamos de salir de este torbellino de elecciones, debates, reyertas… A más de 30 años de vida en democracia es increíble que ahora estemos discutiendo sobre la entrega de la banda presidencial y el bastón de Pallarols. Este ridículo tema está recorriendo el mundo y, por supuesto, dando una triste muestra del nivel de la política autóctona.
A mi alrededor se vive un clima de expectativas respecto de lo que ocurrirá en las primeras semanas del mandato Macri, pero los entendidos creen que serán cruciales, ya que marcarán un estilo y una tendencia. Muchos colegas opinan que los colaboradores del presidente son, en su mayoría, técnicos (gerentes), pero que hay escasez de políticos. Los técnicos pueden suponer que buena parte de los problemas económicos se solucionarían suprimiendo subsidios, un recurso que los políticos desestimarían. Es de esperar que Macri y los suyos recuerden lo que el peronismo (siendo oposición) y los gremios (con Ubaldini a la cabeza) le hicieron a Alfonsín.
Mientras tanto, solo estoy convencido de una cosa: vamos a tener la más hermosa primera dama de la historia.
Para despejarme de tanto despiole he ido a ver dos interesantes películas: la israelí «El divorcio» y «Víctor Frankenstein», que trata el tema conocido desde las perspectivas científica y religiosa. Y ya tengo tickets para ver, en teatro, una obra de Harold Pinter, «El invernadero» (en realidad, un manicomio) que me deslumbró en tiempos en que vos y yo nos conocimos.
¿Nos conocimos en el 57? Eramos niños entonces. Creo recordar que el fortuito acontecimiento sucedió en una cafetería a la que posteriormente fui muchas veces y que todavía existe, aunque en otro local de la peatonal San Martín. Se llama Sao y siguen vendiendo unas medialunas superexquisitas.
¿En serio guardas mis cartas? ¿Y no corrés riesgos de que Néstor las descubra y provoque -al cabo de 45 felices años- un desaguisado conyugal? Ánimo: agarrá un fosforito y…
Me iré a Río, con Graciela y amigos, el 7 de enero. La idea es volver el 4 de febrero. Te mando un abrazo… y otro, si me lo permite, para Néstor. Dale cariños a Emilse.
N.