Querido dome: 

Hoy como me ha sucedido en otras oportunidades me vienen deseos de escribirte, contarte por medio de un simple papel cuales son mis inquietudes o pensamientos, es por eso que te escribo, pero no como en otras oportunidades, escritos tristes o de reproches. 

Te escribo para decirte que te quiero con todas las fuerzas de un corazón, como nunca jamás nadie te ha querido. Que estoy dispuesta a aceptar cualquier dificultad que el destino pueda depararme, ero estando a tu lado que todos mis sueños se fundan en nuestro futuro, rodeado de muchos nenitos que nos quieran y que confíen en nosotros.

Sueño con tener un hogar acogedor donde reine la paz y la felicidad, lleno de Dios que es Amor – Amor que une, Amor que perdona, Amor que llena nuestro nido de comprensión. Amor que sana de nuestros hijos santos, allí donde El quiera ponerlos. 

Querido quisiera que me respondieras si en esta temporada de nuestro noviazgo no he tenido un comportamiento que te hiciera feliz, pero como creo que comprenderás los motivos que me han llevado a esta actitud sabras perdonarme. 

Pero te juro que sabré recompensarte toda esta amargura con dulzura. Dándote un montón de pre (?) a los que podremos contar todos nuestras cosas de ahora. 

Bueno mi vida se hacen las 12 y debo salir para esperar otro poco y verte tengo que terminar de escribir para dejar correr todos mis sueños de novia. 

Siempre tuya.

Raquel