Mama y papa muy queridos-

De donde la hiperbole de la catapulta de la vida me trajo en este extraña parada de Navidad 1984, rodeada por una total aceptación por una familia tan lejana y tan tan similar a la nuestra, solo que hablan una lengua tan extraña que solo con gestos nos entendemos, Vuestra siempre y extrañándolos

Rosetta