Mendoza, mayo 14 de 1816.

Lancero amado: tengo el consuelo de tener a la vista la suya del 1°. En mucho celebraré recaiga el nombramiento de Director en Balcarce: sin haberlo tratado ni aun visto tenía de él la mejor opinión sin más antecedentes y la relación de algunos hombres de bien.
Reservado. Es materialmente imposible que el Regimiento // se organizó no poniendo a su cabeza un coronel capaz de hacerlo: Heras tiene disposición y (…) pero no tiene conocimiento del manejo interior de un cuerpo: esto es más urgente de lo que parece y por lo tanto vi que piensa más en Chile es necesario hacerlo pronto para que este regimiento se ponga en estado de batirse. Otra. Si, no obstante el estado de mi salud, me precisan que vaya a Chile, no lo puedo hacer sin que Ud. venga conmigo: es un desconsuelo al ver mi situación, no teniendo de quien fiarme para lo menor. Las solas comunicaciones con los agentes de Chile necesita de toda la contracción de un hombre. Ahora calcule cómo me veré teniéndolo que hacer todo por mi mano. Sobre este particular escribo al Marquetero mayor * ( Pueyrredón). Somos mediados de mayo y nada se piensa, el tiempo pasa y tal vez se pensará en expedición cuando no haya tiempo. Si esta se verifica en meses, aunque salga el 1° de noviembre a más tardar, para que todo el reino se conquiste en el verano; de no hacerlo así es necesario prolongar otra campaña, y entonces el éxito es dudoso. Por otra parte se pierde el principal proyecto, cual es, a mediados del invierno, en tanto hacer marchar una expedición marítima sobre Arequipa. Dirigirse al Cuzco llevando algún armamento y hacer caer el coloso de Lima y Pezuela. En el entretanto el éxito de Perú debe organizarse en Tucumán, único punto en mi opinión capaz de poderlo hacer un éxito, tomando al efecto una defensiva estricta en Jujuy con (…) 700 hombres (…) ahí la insurrección del Perú con algún armamento, y en esta situación amenazante, estar prontos para obrar con el ejército de desembarco. Amigo mío, hasta ahora yo no he visto más que proyectos en pequeño (excepto el de Montevideo). Pensemos en grande y si la perdemos, que sea con honor. Yo soy de la opinión de que si prolongamos dos años más la guerra, no nos queda más recurso que hacer la de montoneras. Y esto sería hacérnosla a nosotros mismos. Aún restan recursos, si los empleamos con acierto y revolución, y en mi opinión somos libres. Indicaré a Ud. los que por lo pronto se me ocurran. 1° Póngase en cuño: esta es obra de dos meses. Aquí existen los dos mejores operarios de la casa de la Moneda de Chile. 2° Prohíbase bajo la pena de confiscación de bienes todo uso de plata labrada, y comamos con cuchara de cuerno. 3° Póngase todo empleado público a medio sueldo. Los oficiales que están en los ejércitos a dos tercios. Los sargentos 8 pesos, 5 el cabo tambor y trompeta, y 4 el soldado. Esta operación se ha hecho en toda esta provincia y nadie ha chistado. Y todos (según me parece) están contentos. Peor es creerse tener dos mil pesos y no tomar mil. 4° Todo esclavo útil es soldado.
… lo deben producir las provincias lo siguiente: Buenos aires y su campaña 5.000 / Provincia de Cuyo (y esto lo sé muy bien porque todos son cítricos 1.273 / 2.700 / Córdoba 1.000 / Total 9.973. Estoy viendo mi lancero, qué plan tan sargentón he presentado. Yo lo conozco que así es, pero peor es que nos cuelguen. ¡Y quién hace el pan en Buenos Aires, las mujeres como sucede en el resto de las provincias, y peor es dejar de comer pan y el que nos cuelguen. Y quién nos hará zapatos, (…) cuyas ropas la hacen los mismo artesanos de la Banda Oriental. Más vale andar con ojotas a que nos cuelguen. En fin, amigo mío, todo es menos malo que los maturrangos nos manden. Y más vale privarnos por dos o tres años de comodidades a que nos hagan morir en alto puesto y, peor que esto, que el honor nacional se pierda. Hasta aquí llegó mi gran plan. Ojalá tuviésemos un Cronwel o un Robespiere que los realizase y a costa de algunos menos tiene la libertad y esplendor de que es tan fácil. Adiós mi lancero. Dispénseme y crea lo quiere mucho, mucho, Su Lancero.
P.D Nada progresará la expedición sin dos o tres buques de fuerza que salgan de ella para seguir las operaciones del ejército que entre, y (…) que no saquen los caudales y escapen sus tropas a Chile. Nada haríamos con seguirlos, teniendo este punto que la (…) de la conquista con 400 hombres.