Mar del Plata, 23 de Octubre de 1957

Querido Héctor:

Aunque no lo creas estoy en la cama, escribiendote, no me preguntes porque, ni yo lo sé, pero siento que debo hacerlo es algo más fuerte que yo, que impulsa mis manos, que te voy a decir, no lo se, que quiero decirte muy simple, te quiero, te quiero.

Hace exactamente tres días que no te veo, que en realidad no estoy contigo, porque puedo asegurarte, que cada día que se inicia lo hago con la esperanza de verte, y el pensamiento puesto en ti, creo que estas lineas aunque no expresen ni la mitad de lo que mi corazón y todo mi ser cantan, me acercan a ti un poco más, tal es caso que me parece que estamos juntos, y su se quiere más unidos por los malos momentos pasados, que gracias a Dios, salteamos con suerte y para bien de los dos; a pesar de que sé implican un gran sacrificio de tu parte todavía escucho y escuchare por mucho tiempo tus palabras y promesas de un futuro cercano feliz y dichoso para ambos, una realidad que soñe por mucho tiempo, que tú no verás. Nunca te imaginarás lo segura, confiada y protegida que me siento, se que no seré defraudada, no caben en mi las dudas que existian antes; se que soy para ti lo que tu eres para mi, que podemos resumir en una pequeña palabra y si se quiere hasta fría para encerrar tanto, es : todo, si todo, para siempre verdad?

No se si estas líneas llegaran a tus manos, no se si es que llegan como las tomaras, quizas primero con sorpresa, luego con curiosidad y más tarde con cariño, con ese cariño que no me querés demostrar, pero que salta cuando menos lo esperás, esos celos que no se notan aparentemente pero que duelen verdad? Creo que perdí la hilación pero, dije lo que pienso y ellos es mi excusa.

Es la primera vez que escribo una carta de amor, creí que seria una cosa dificial y, recién al terminar, puedo asegurarte que aunque esto no sea una charla literaria dice más y llegará más hondo en ti que todo lo que puede escribir un poeta.

Antes de dar las buenas noches, llegara hasta ti con el mas inmenso amor, a ti me acuerdo estas lineas que leí y releí, días pasados, dicen así:

Yo te recordaba con el alma apretada,

De esa tristeza que tú me conoces.

Entonces donde estabas?

Entra que gentes?

Diciendo que palabras?

Porque se me vendrá todo el amor de golpe,

cuando me siento triste y te siento lejano.

Hasta mañana, amor, ahora descansaré tranquila, ya conversé contigo.

Si mañana no venís, esta carta llegará a tus manos, si no, la guardare como recuerdo que un día en que necesite escribirte sin tener porque.

Hasta mañana vida, tuya siempre.

Susana.