Enero 7 de 1932

Bebita preciosa:

Tienes razón y mil perdones, tu carta era bonita y tan es así, que una vez que hube echado la contestación en el buzón y volví a casa en el deseo de releer la tuya, me gustó mucho y por cierto me arrepentí de hacerte dicho que era friona.

¿Pero sabes porqué dije eso? Porque cuando llegan tus cartas las leo con tanta avidez que no consigo de primera intención gustarla realmente. 

Soy -salvando la distancia- como esos hambrientos desesperados que cuando consiguen comida, la devoran tan ansiosamente que son incapaces de gustar los ricos bocados: entonces para evitar tal inconveniente, he leído tu reciente y queridísima cartita, tres veces seguidas- ¿verdad que ahora me disculpas y sabes todo lo que te adoro?

Yo también, como vos, para controlarme, hago el mismo calculo de que estaré a tu lado diez días de febrero, vale decir diez días más que Roque, en ese mes por supuesto. 

Mi Bochita querida, puedes estar tranquila porque te juro que me porto perfectamente bien. No tengo otra cosa que trabajar, practicando. Te acordarás sin duda, que en mi última, te decía que terminándola porque debía ir a la asistencia para procurar practicar allí, pues bien, (¿?) ese mismo dia, me hicieron quedar y el pobrecito loquito, tuve que estar sin comer hasta las diez y media de la noche. Hice muchas extracciones y estoy muy contento. 

Me quedé sin cenar hasta esa hora porque me tomaron de sorpresa pues no creía que iba a solucionarse tan rápidamente el asunto, creía que fue recién el lunes, empezaría a asistir. 

Como quedan relativamente pocos dias, he resuelto ir todos los dias, por las noches, a partir del próximo lunes.

Mi (?) querida no deseo que me creas egoísta y malito. ¿Como puedes suponer que voy a disgustarme porque me dices que te hallas en Mar del Plata?

Lo que me ha sorprendido agradablemente por cierto, es lo colosalmente magníficos que están tus papitos, siento inequívoca la confianza que nos tienen y de lo chochos que están con sus futuros hijitos. 

Mami preciosa y adorada, te quiero más que nunca y más que nunca deseo que pasen estos dias para verte. 

Te adoro, te adoro, te adoro. 

Tito