Bs. As. Enero 9 de 1933

Queridisima y rezongona Bichi: 

Estaba tomando el té y llega Benigno (el portero de casa) trayendo la cartita de mi Bebi preciosa. 

Puedes darte cuenta por el papel en que te escribo, que he oído tus consejos y he dejado de pedirle prestado papel de cartas a Mariano. 

No te imaginas mi alma querida, todo lo que te extraño, tanto es que anoche me desvelé hasta las tres de la madrugada pensando en lo lindo que va a ser el día que este juntito a vos. Cuando resolví apagar la luz para conciliar el sueño, me hacía de cuenta que estaba en Mar del Plata y me reía yo solito de contento, con esas sonrisas de satisfacción que solo a tu lado las tengo.

Servía de medio de ilusión, las campanadas del reloj de una iglesia cercana que tiene el mismo timbre que las de la Iglesia de San Pedro de allá. 

Y después de todo esto ¿te atreverías a seguir afirmando que te quiero menos que antes? Sos una criaturita lindísima, pero te juro que te adoro con toda mi alma y ahora que faltan relativamente pocos días para verte, me parecen extremadamente largos y pesados. 

Figurate que ayer Domingo, para acortarlo lo más posible, se me ocurrió la idea de ir a cenar al Sanatorio donde practica Guillermo. Me distrajo, que era mi objeto, después de cenar, nos vinimos a casa con mi futuro cuñadito. 

Esta mañana, como lo tenía pensado, fui la facultad y ya empecé a trabajar allí. Esta noche, como te lo anuncie en mi anterior, concurriré a la asistencia. 

No creas que me he olvidado de los besitos deliciosos de mi Bichita, bien que los recuerdo y los extraño y estoy ansioso de poder dártelos cuando te vea. Para muestra ahi van muchos besitos. 

Mi vida, te juro que te adoro con toda mi alma y que con toda mi alma te seguiré adorando toda mi vida. 

¿Como sospechas que se puede dejar de querer a una personita tan adorable y encantadora como la nenita mía?

¿Negrita o blanca? De cualquier modo, siempre sos vos y como para mi no hay otra mujercita que vos, el encantamiento de estar a tu lado no puede perderse por el cambio de matiz de tu carita divina. Sos la única chiquitita a quien yo adoro para toda mi vida y para quien deseo toda la felicidad de estar mucho. Y ¿Sabes como se consigue? Casándose conmigo. 

¿Viste que modesto el Cococho? Y como lo recíproco es verdadero, ahí nomás tienes que yo únicamente podría ser completa y realmente feliz, casándome con mi adolrada mujercita.

Mami, es necesario que te diga que esta carta, que supongo te debe haber sido agradabilísima, te habrá dejado muy contenta y satisfecha de tu maridito, no ha sido una reacción a lo que vos me dices en la tuya, demostrarte así lo que te quiero. Es simplemente, debido a que, como hoy es el único dia en que he dispuesto del tiempo suficiente para dedicarme por entero a mi Bichita, me ha resultado muy grato mostrarme como soy, cariñoso y buenito con la chiquitita preciosas y adorada de su Cococho malito. 

Mis cartas anteriores he tenido que escribirlas a la disparada y como deseaba contarte lo que hacía y lo que pensaba hacer, resulta que me confundía con decirte una vez que te adoraba, pero ello no implicaba, ni implica, ni implicará nunca que te quiero menos, siempre te querrñé más, ¿has (¿?)? ¡uh! Se enojó el Cococho. Es malito el Cococho. ¿No es cierto Bochita? Otro besito a la boquita. Besitos.

Está dado con la boquita torcida y por eso salió ondulado.

MI alma divinísima y preciosa y adorable, te quiero con toda mi alma y te extraño lo que no se puede decir, estoy rabioso de ganas de verte. Esa es la verdad.

Te adoro y te beso mucho, mucho.

Tity