De Norberto a Elba – [Ciudad de Buenos Aires] 16 de diciembre de 1960

Vos me preguntás si quiero seguir sosteniendo esta conversación epistolar. No sé… Estoy «acostumbrado» a escribirte y me gusta mucho hacerlo. Pero desde nuestra primera carta ha corrido demasiado agua por debajo del puente y la distancia y las circunstancias me han obligado a sentirte realmente lejos. Imaginarás que he conocido a muchas chicas en el interín y eso me ha ido llevando a considerarme inmerecedor de esto otro.

De Norberto a Estimada Elba – [Ciudad de Buenos Aires] 15 de noviembre de 1959

Imagínate que tratando el amor (nada menos!) es imposible sentar una posición definitiva.
No vamos a discutir si es el 90%, si es el 50% o si es el 82%. Tampoco quiero discutir cuánto hay de sentimiento y cuánto de necesidad fisiológica en la relación “ocasional” que se suscita entre el hombre y la mujer. (Apetencia esta última que tú pareces desconocer -y es asi nomás porque la naturaleza femenina les brinda una ayudita-, ya que tu pretendes que en la atracción sexual, en el acto mismo, el corazón juegue su rol melodramático.) Y es por eso, precisamente, porque me rijo por ideas razonables y concretas, porque no arriesgo mi alma en un beso, que estoy a salvo de los “motines a bordo” y no me pierdo (tengo 27 años) en el laberinto de las pasiones.