De Noemí González a Señora Doña María Eva Perón – Córdoba, octubre de 1950

Excelentísima señora:
Con el más profundo respeto me dirijo a Ud. solicitando su piadosa ayuda en las tristes circunstancias por las que estoy atravesando.
Me encuentro en la indigencia y quisiera pedirle una ayuda mensual para solventar mis necesidades y la de dos pequeñas hijitas, una de ellas, ya de edad de siete años, que necesita instrucción y aún no he podido dársela.