De Diana a querido padrino – Buenos Aires, 5 de abril de 1981

5/4/81
Querido Padrino: te extraño mucho, vas a venir un sábado, extrañas la televisión.
La Mabel pregunta cuando venis y se murieron los tres pollitos.
Te gustan los saltos de rana y cazamos un chingolo el Sábado ¿Tenes amigos, pelas papas ó te divertis? Escribime.
El tio Lito está haciendo examenes.
El pajaro granote marrón es una hembra de Reina Mora.
Un beso Grande
Diana M. Cortese

De Diana a querido padrino – Buenos Aires, 29 de abril de 1982

Buenos Aires 29-04-82
Querido: Padrino te escribo estas líneas para saber si estas bien de Salud. Espero que estes bien abrigado y o te enfermes.
Ojala que esto pase pronto, y vengas otra vez a casa, sabes como te estraño. Con la señorita Elda me saqué un 10 y no lo podía creer, vine a casa y mamá me dijo Nani va a llover. La señorita Rafaela me preguntó como estás y cuando le dije que te fuistes a las Islas Malvinas se puso triste y Rafaela se lo conto a Elda.
Las Tias cuando lo supieron se pusieron tristes.
Besos Diana.

De mamá a querido Mariano – [Lanús], 18 de noviembre de 2001

Lo extraño es que esta costumbre de cartearnos no ha sido como consecuencia de haber estado lejos. ¡Qué paradoja! ¿No? Por lo general la gente se escribe cartas cuando está distante. Sin embargo, entre nosotros, la comunicación escrita fue parte de nuestra vida y no porque nos faltara facundia, sobre todo a vos que dijiste tus primeras palabras a los seis meses y mantenías conversaciones al año (pero esto ya te lo conté muchas veces ¡hasta tenés un casete grabado! ¿Te acordás?), sino simplemente porque tuvo su razón de ser en cada etapa. Será por eso que ambos guardamos cartas y tarjetas. Es que los recuerdos son algo así como improntas de nuestra vida en el alma, pero a veces necesitamos hacerlos visibles a los ojos, por eso las las fotos, las cartas, las películas (cuando se pudo).