De Norberto a Estimada Elba – [Ciudad de Buenos Aires] 22 de marzo de 1957

Evidentemente nuestra amistad, efímera, apenas esbozada. encausó por un camino difícil- Nos hemos pasado el tiempo saludándonos por teléfono y ahora epistolarmente. La distancia enhebra un rosario de puntos suspensivos que nos separan silenciosamente y sin dolor. Usted en su Tandil, soleado y tranquilo, y yo en este Buenos Aires enfermo que ahora, por ejemplo, padece la epidemia del “rock”.