1960
De Norberto a Elba – [Ciudad de Buenos Aires] 24 de abril de 1960
Creo en el valor de nuestra correspondencia; no en el valor de una carta. A través de toda nuestra correspondencia es posible establecer un balance, un juicio más o menos certero de cuáles son nuestros gustos, cuál nuestro objetivo y qué pensamos de los asuntos cardinales de la vida.
El valor aislado de cada una de nuestras cartas es, por lo tanto, muy relativo.