7 Lushington Road, Eastbourne 
30 de agosto, 1886

Querido Sr.:


Hay una, y sólo una, condición que yo estimo absolutamente esencial para permitir que mí nombre aparezca como «sancionando» cualquier versión dramática de Alicia en el país de las maravillas A través del espejo . Hay también uno o dos deseos que mencionaré para su consideración: pero la única condición esencial es que tendría que garantizarme por escrito que, tanto en el libreto como en la realización escénica, no va a permitirse ninguna ordinariez ni nada que lo sugiera. 
Casi todas las pantomimas de Londres, tanto para niños como para adultos de gusto no envilecido, se malogran a causa de las indecencias introducidas en la arlequinada. Y al margen de ello, me asombra que los empresarios puedan pensar que sirven a sus propios intereses al condescender ante los gustos de jóvenes y adultos de sucia mentalidad en la galería cuando con certeza ofenden los gustos del público de butacas, etc. Constituye un perdurable honor para Mr. Gilbert, y creo que la nación debiera estarle agradecido por ello, que nos ofreciera unas piezas tan puras y absolutamente inocentes como The Mikado, a las que puede uno llevar sin peligro a damas y niños. 
Dos deseos voy ahora a proponerle. 
Uno es que esta obra no debería volverse una arlequinada. No es que tenga especial objeción contra una arlequinada decente, pero las dos cosas me parecen totalmente incompatibles. La pieza debería ser una opereta (al estilo de The Mikado), y no una pantomima. 
El otro deseo es que sólo uno de los dos relatos sea adaptado teatralmente. No creo que a ningún niño le gusten sinceramente las mezclas. La memoria que ellos guardan de los relatos (como usted bien sabrá si ha intentado contar a un mismo niño dos veces una historia) es fiel hasta en los más mínimos detalles, y cualquier desviación de lo que recuerdan es mal acogida. En las pantomimas londinenses constantemente se comete el error de mezclar dos cuentos infantiles. No hay a mi juicio un solo niño espectador que, ante tal hecho, no opine así: «Denos una u otra obra, pero no las dos , en una misma representación.» 
Por supuesto, si usted argumenta que, para una opereta, «no hay material suficiente en uno solo de los libros», me callaré, pues no soy experto en cuestiones dramáticas. Pero sigo creyendo que simplemente la lectura de los diálogos , en cualquiera de ellos, requeriría como mínimo una hora, y espero que no me considere muy vanidoso si añado que, en mi opinión, cualquier niño que conozca los libros preferirá oír esos diálogos reproducidos verbatim que cualquier otro material sustitutivo, pese a que sea mucho mejor como diálogo dramático. 
Se me ocurre pedirle otra cosa. Algunas de las canciones son parodias de viejas canciones infantiles, que cuentan con sus propias tonadas, tan antiguas como su letra probablemente. Preferiría que, en caso de que introdujera alguna de ellas, respetara esas viejas melodías. Todas las poesías, en ambos libros, han sido publicadas muchas veces con música: la gente continuamente pide autorización para ello, y siempre malogra piezas como Caminarás un poco más deprisa por la manía de componer nuevas tonadas. Sólo un excelente compositor podría escribir algo mejor que la dulce melodía antigua de Vendrás a mi salón dijo la Araña a la Mosca. 
Le estoy agobiando con una carta tan extensa, pero como veo que está usted en rapport con el Teatro Savoy, me atrevo a pedirle que me procure la dirección (es en Southsea, creo, pero quiero la calle y el número) de Mr. Warwick Gray, antiguamente del Savoy. Últimamente estaba aquí, con la Compañía de Ópera Infantil, por la que tuve cierto interés, y él iba a dejarme su dirección, pero supongo que se olvidó.


Mi dirección, como escritor de Alicia , es:

Lewis Carroll, Esq. 
c/o Messrs. Macmillan and Co. 
29 Bedford Street 
Covent Garden 
Londres.

Mi dirección privada (permanente) es: 
Rey. C. L. Dodgson 
Christ Church 
Oxford.

Pero espero estar en Eastbourne hasta el 10 de octubre. 
¿Puedo pedirle que no dé publicidad a mi nombre auténtico? Me disgusta mucho la publicidad personal , y la evito tanto como puedo. 
Considéreme atentamente suyo,


C. L. Dodgson

P.D. Tenga la bondad de decirme qué piezas teatrales ha escrito usted. Soy muy ignorante en cuanto a los nombres de autores dramáticos.

Publicado en Alicia en el país de las maravillas , Barcelona, Plaza y Janés, 1998. Traducción y edición de Luis Maristany

Categorías: Cartas publicadas

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