Las cartas viajan
quién sabe
por aire, tierra o por mar.
De un puerto parten,
quién sabe
a qué puerto han de arribar.
Hay cartas viejas
que viajan
quién sabe en una botella
navegan desde
quién sabe
un náufrago perdió estrella.
También hay cartas
que acortan
quién sabe
qué desencuentro
viajan invisi-
blemente
van desde adentro hacia adentro.
Hay ciertas cartas
quién sabe
por qué jamás se escribieron
palabras que se
anudaron
con lo que nunca dijeron.
Mis cartas viajan
y saben
andar por ningún camino
será porque estás
al lado
quizás porque estás conmigo.
Silvia Schujer
Publicado en Volar en barrilete, Buenos Aires, Ediciones Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, 1997. Selección de Ana María Ramb.
0 comentarios