20-5-89
Hello Lu-lú:
¿Cómo andas, negro? Yo estoy muy feliz ya que el Señor le dió una nueva oportunidad a muchos hermanos míos; y especialmente a un amigo mío el cual es re-bueno, re-genial y el cual me hizo llorar mucho con su carta; (en mi Casicíaco) y que hizo que me dé cuenta que tengo unos amigos geniales. Ese gran amigo mío se llama: Lucas.
¡Qué lindo es tener amigos! Es una gracia muy grande de Dios, que yo valoro siempre. ¡Qué lindo es tener un amigo como vos! Somos amigos por afinidad y por decisión. ¡Gracias por lo que me regalás con tu amistad! Te aseguro que me hiciste muy bien con esa carta que me escribiste; me sentí muy querida y con tu cariño me hiciste pensar en lo bueno y grande que es el Señor. No solo vos, por supuesto, sino el Señor y mi fli
La amistad es un enriquecimiento mutuo. te aseguro que tengo que aprender mucho, muchísimo de vos. Tenés una coherencia muy buena que es la de tener a Jesús y mostrarlo hasta por los poros, sos un ejemplo bueno y posible para mí; gracias!
Necesito mucho de vos. Necesitamos mucho de vos. ¡Solo no se puede hacer nada! Somos granos de arena, pequeñísimas criaturas. Lo que nos eleva y dignifica es la maravilla y la profundidad del: «¡Amense los unos a los otros como yo los he amado!» Para ser más feliz, los necesito a uds., mis amigos, te necesito a vos, amigo.
Si el Señor te devuelve el ciento por uno de lo que me regalaste hasta ahora, te aseguro que vas a ser muy feliz, porque Él lo va a hacer. No me canso de decir: ¡gracias, Lucas!
De una artista a un artista. Te mando un abrazo y que el Espíritu Santo te ilumine en este casicíaco. Mi oración va por vos. Abrí tu corazón que Él te colmará de su amor. Un beso grande. ¡Fuerza y adelante!
Te quiero muchisimo!
Nora
tu discípula en muchas, muchas cosas.

«Yo no sería, señor, si tu no fueses en mi» – San Agustín
PD: Que ntra mamá María interceda por tus deseos de corazón, ante Jesús