Estimada Elbagian: estoy viendo en el suplemento Propiedades de La Nación de hoy la gran nota que le dedican a Tandil, con buenísimas fotos. La nota atribuye al incremento del turismo el notable progreso que registra la ciudad, sobre todo en el rubro inversiones. Pregunta: ¿recibiste las imágenes del universo, con la ubicación de nuestro planeta en la galaxia? Hago la pregunta porque en tu mensaje te refería a un «archivo». Esas imágenes me recordaron un excelente cuento de Isaac Asimov, sobre la entropía, o sea sobre la tendencia a que las estrellas se apaguen. El cuento se titula «La última respuesta» e integra un libro editado por Emecé. Me resulta inevitable sentir cierta pena y cierto desprecio por los testigos de Jehová, un sentimiento que me inspiran casi todos los dogmas religiosos. La anécdota que contás, que protagonizó el amigo de tu hermana, es muy demostrativa de la estupidez humana (como dijo Einstein) es infinita. Dado que el estilo de redacción de tus mensajes permite suponer que los escribís de apuro y con lenguaje típicamente oral, te pido que me aclares eso de «sacándolo por borradores», rara expresión que aparece en el apéndice de tu carta anterior. Tené en cuenta que soy un minusválido electrónico sin ninguna voluntad de superación. Para otro día dejaré una consideración sobre el tema «vivir en pareja» pero te anticipo que tengo reparos si hablamos de una pareja para siempre. Ando muy bien de los ojos, a punto tal que solo uso anteojos para leer y escribir. Desde 1992, todos los años me hago una escapada a Río (en pareja, claro); a un lugar que se llama Barra de Tijuca (a quince minutos de Copacabana e Ipanema). Y, bueno… mañana iré a votar por Margarita. Espero que la lluvia, tan persistente, que anegó varias localidades bonaerenses, nos dé un respiro. Abrazote. N.