De Noemí González a Señora Doña María Eva Perón – Córdoba, octubre de 1950

Excelentísima señora:
Con el más profundo respeto me dirijo a Ud. solicitando su piadosa ayuda en las tristes circunstancias por las que estoy atravesando.
Me encuentro en la indigencia y quisiera pedirle una ayuda mensual para solventar mis necesidades y la de dos pequeñas hijitas, una de ellas, ya de edad de siete años, que necesita instrucción y aún no he podido dársela.

[Sin datos], 1950

Este es el frente de la casa del abuelo. Yo soy la que esta sentada más alto la que esta parada a la derecha mía es de Gaztambide la primera que esta sentada a la izquierda es hija de Gerarda Tajria y la otra Isabel1950

De Sor Escolástica Seijas Pombo a amadísima e inolvidable hermana – León, 19 de noviembre de 1950

en fin gracias a Dios que tenemos fé y vemos en tanta calamidad la mano de Dios que como padre cariñoso nos hace sufrir en esta vida para que en el cielo sea mas grande nuestra recompensa pide mucho por ellos para que por la paciencia y conformidad con la voluntad de Dios sobrenaturalicen los sufrimientos y los hagan meritorios para el cielo.