De Norberto a Elba – [Ciudad de Buenos Aires] 30 de agosto de 1957

Elba:
La indolencia suele en ocasiones ser una virtud y un vehículo de elevación interior. De los indolentes es cierto edén que se alcanza en vida; una especie de limbo en el que no se sufre pero en el que tampoco se vislumbra la plenitud del ser. Personalmente creo que encasillo dentro de la clase de tipo indolente-tempestivo (porque a veces esas calmas chichas preceden serias tormentas).

De Norberto a Estimada Elba – [Ciudad de Buenos Aires] 22 de marzo de 1957

Evidentemente nuestra amistad, efímera, apenas esbozada. encausó por un camino difícil- Nos hemos pasado el tiempo saludándonos por teléfono y ahora epistolarmente. La distancia enhebra un rosario de puntos suspensivos que nos separan silenciosamente y sin dolor. Usted en su Tandil, soleado y tranquilo, y yo en este Buenos Aires enfermo que ahora, por ejemplo, padece la epidemia del “rock”.